Resumen:
La familia cubana no está amenazada por la privatización extrema que promueve el
uso desmedido de la tecnología, ni por los terribles males sociales como la pobreza.
Sin embargo, a pesar de los niveles educativos alcanzados, existen dificultades que
ponen de manifiesto una insuficiente preparación de la familia para la convivencia y
el desempeño educativo.
La atención a la familia es parte esencial de la batalla que se libra por la educación y
la igualdad de oportunidades.