Resumen:
El papel del maestro toma renovada vigencia en el análisis de la educación contemporánea ante la generalizada opinión de que constituye es un factor decisivo para lograr las transformaciones que plantea la actual “sociedad del conocimiento” capaz de estimular, promover y valorar el pensamiento divergente, la oposición lógica y la discrepancia razonada en un clima de libertad intelectual general.
En esta línea de pensamiento es oportuno patentizar que constituye un reto para el personal docente que su actuación depende en gran parte que esta visión se convierta en realidad. Su aporte es esencial para preparar a los estudiantes, no solo para que aborden el porvenir con confianza, sino para que ellos mismos lo edifiquen de manera resuelta y responsable. Él es responsable de lograr el desarrollo integral de la personalidad de sus educandos.